El cerebro de un recién nacido cuenta con
casi todas las neuronas y células que poseerá en la edad adulta. La diferencia radica en que
durante el desarrollo se crearan conexiones de esta forma cuando el niño
alcanza los 3 años ya ha formado casi el doble de estas conexiones y conforme
el niño crece se va deshaciendo de las innecesarias.
Partiendo
de esta información, nos damos cuenta que los primeros años de vida son parte
fundamental del aprendizaje y la educación de nuestros hijos, y que es en el hogar donde se brindara la
educación moral fruto de la convivencia familiar. La comunicación entre esposos y la atención apropiada
reflejara la buena educación moral de nuestros pequeños.
Si bien
es cierto que en las escuelas se enseña a los niños, matemática, lenguaje y
otro tipo de educación a nivel académico para el desarrollo de su intelecto; es en el hogar donde se le educa al niño
para la vida, si en el hogar se observan discusiones, peleas, insultos; el
niño tenderá a crear conflicto de igual manera con sus compañeros de clase,
como parte de su integración a la sociedad. Un niño educado es el reflejo de padres
educados.
Entre
los valores familiares de mayor importancia tenemos:
El
amor; los abrazos, caricias, sonrisas, es decir; todos aquellos gestos y
muestras de afecto entre los miembros de la familia, fortalecen la unión y la
integridad; el actuar apegado a nuestros principios y el transmitir sentimientos positivos, aun cuando
hayan dificultades será parte de la enseñanza en el hogar y que en el futuro
sabrán la mejor manera de enfrentar sus propios problemas.
El respeto
es una actitud de consideración, reconocer que cada miembro de la familia tiene
distintas opiniones y deseos por lo que se
debe brindar el trato que le corresponde, para que exista armonía a nivel
familiar e intrafamiliar.
La
obediencia y responsabilidad son valores que vale la pena mencionar, pues
obedecer las reglas significa respeto hacia los padres y autoridades; la disciplina es una parte difícil en la
educación de los niños, pues muchos padres caen en el error de consentir y
no corregir.
Es
importante enseñar a los niños cuando su comportamiento no es el adecuado, explicando
la actitud inadecuada y la firmeza de nuestra actitud cuando realizan un
berrinche; los niños deben de saber
quién es la autoridad, pero, no es necesario gritar o insultar pues esto
afectaría directamente el autoestima de los niños.
No
olvidemos que los niños son muy observadores y curiosos; los padres son el
mejor ejemplo de un niño y recordemos que la mejor forma de enseñar valores a
los niños es en hogar.