Existen
muchas circunstancias por las que los niños no gustan de la escuela,
comencemos con el primer día de clases; para la mayoría de los
niños es difícil, debido a que están acostumbrados a la protección
que les brindan sus padres, lo importante es que antes de que
llegue la temporada escolar, hablemos con ellos, planteándoles la
idea y lo agradable que será.
Algunas
recomendaciones dadas por expertos en el tema indican que es
importante la llegar por lo menos 15 minutos antes que empiecen las
clases, para que el niño observe que todos los demás niños
van entrando. Es significativo que ambos padres lo lleven y que la
despedida no sea larga para evitar nostalgias.
La puntualidad
para recogerlos es vital, pues se sentirán abandonados si el resto
de los niños se van primero.
Si
durante la despedida el niño llora, no se debe ceder en llevarlo a
casa, ni realizar amenazas de castigo si no entra, no se debe
ofrecer recompensas, sino tranquilizarlo y discutir las razones por
las cuales debe ir a la escuela, llevarlo de la mano a su salón
será de ayuda, pero nunca se debe quedar cerca o viendo por la
ventana porque estará incrementando su miedo; sino retirarse
e irse pues el niño en cuestión de 15 minutos se adaptará a su
nuevo ambiente.
El
verdadero problema es cuando han pasado varios días y la situación
de estrés en el niño continúa a la hora de ir a la escuela y sigue
así durante el resto del año. Inicialmente se debe hablar
con la maestra o maestro encargada del salón, con el objetivo de
conocer el comportamiento de su hijo con el resto de los niños,
si juega, si pelea ya que de esto depende el desarrollo del niño en
de la escuela
Cuando
hablamos de este problema en niños de mayor edad se debe investigar,
platicar con los niños y los maestros encargados, la
comunicación es muy importante para descubrir la raíz del problema.
Muchas veces también se debe a que las clases se vuelven muy
teóricas y los niños necesitan ser niños. En este
caso lo mejor son las reuniones escolares para dar a conocer nuestros
puntos de vista.
Se
debe también descubrir si existe maltrato o abuso por parte de otros
niños, otra de las razones puede ser el ambiente que se esté
viviendo en el hogar, si existen peleas o se esté pasando por un
proceso de divorcio.
Lo
más importante son los valores que se enseñan a los niños dentro
del hogar recordemos que de ello dependerá su comportamiento
en la escuela. La seguridad en sí mismos, basados en una buena
autoestima fortalecerá la integridad emocional e intelectual de los
niños.